Década de la
Educación Para la Sustentabilidad
La OEI hizo
suyo el llamamiento de Naciones Unidas, desde el primer momento de la puesta en
marcha de la Década, creando una web destinada específicamente a su promoción
(www.oei.es/ decada), que entró en funcionamiento el mismo día 1 de enero de
2005 con la incorporación de un “Compromiso por una educación para la
sostenibilidad”, al que se han adherido ya cerca de 12000 educadores y 250
instituciones educativas de todo el ámbito iberoamericano. E hizo suya
igualmente la idea central de desarrollar unos “Temas de acción clave”, cuyo
número y contenido ha ido enriqueciéndose a lo largo de estos años, intentando
recoger los avances de la investigación e innovación en torno a esta
problemática vital para el presente y futuro de la humanidad. En este momento,
ya en el ecuador de la Década, son veintiuno los Temas de Acción clave
elaborados, acompañados por más de seiscientas expresiones clave y aunque su
contenido seguirá precisando posteriores actualizaciones, el conjunto presenta
ya una panorámica global de la situación de emergencia planetaria, sus causas y
medidas que se deben adoptar para hacerle frente, poniendo de relieve la
necesidad de un aborde holístico del conjunto de aspectos. Entre los problemas
socioambientales tratados con más detenimiento, aparecen la contaminación sin
fronteras,
“Un futuro
amenazado” es, precisamente, el título del primer capítulo de Nuestro futuro
común, el informe de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo,
conocido como Informe Brundtland (cmmad, 1988), a la que debemos uno de los
primeros intentos de introducir el concepto de sostenibilidad o
sustentabilidad: «El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las
necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades».
Precisamente,
otra de las críticas que suele hacerse a la definición de la CMMAD es que, si
bien se preocupa por las generaciones futuras, no dice nada acerca de las
tremendas diferencias que se dan en la actualidad entre quienes viven en
un mundo de opulencia y quienes lo hacen en la mayor de las
miserias.
Es cierto que
la expresión «… satisface las necesidades de la generación presente
sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades» puede parecer ambigua al respecto. Pero en la misma
página en que se da dicha definición podemos leer: «Aun el restringido
concepto de sostenibilidad física implica la preocupación por la igualdad
social entre las generaciones, preocupación que debe lógicamente extenderse a
la igualdad dentro de cada generación». E inmediatamente se agrega: «El
desarrollo sostenible requiere la satisfacción de las necesidades básicas
de todos y extiende a todos la oportunidad de satisfacer sus aspiraciones
a una vida mejor». No hay, pues, olvido de la solidaridad intrageneracional.
La
sostenibilidad como revolución cultural, tecnocientífica y política.
El concepto
de sostenibilidad surge por vía negativa, como resultado de los análisis de la
situación del mundo, que puede describirse como una «emergencia planetaria»
(Bybee, 1991), como una situación insostenible que amenaza gravemente el futuro
de la humanidad. “Un futuro amenazado” es, precisamente, el título del primer
capítulo de Nuestro futuro común, el informe de la Comisión Mundial del Medio
Ambiente y del Desarrollo, conocido como Informe Brundtland (cmmad, 1988), a la
que debemos uno de los primeros intentos de introducir el concepto de
sostenibilidad o sustentabilidad:
«El
desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la
generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades».
Educación para la sostenibilidad
La
importancia dada por los expertos en sostenibilidad al papel de la educación
queda reflejada en el lanzamiento mismo de la Década de la Educación para
el Desarrollo Sostenible o, mejor, para un futuro sostenible (2005-2014) a cuyo
impulso y desarrollo esta destinada esta página web. Como señala UNESCO (ver
“enlaces” en esta misma página web): «El Decenio de las Naciones Unidas para la
educación con miras al desarrollo sostenible pretende promover la educación
como fundamento de una sociedad más viable para la humanidad e integrar el
desarrollo sostenible en el sistema de enseñanza escolar a todos los
niveles.
El Decenio
intensificará igualmente la cooperación internacional en favor de la
elaboración y de la puesta en común de prácticas, políticas y programas
innovadores de educación para el desarrollo sostenible».
En
esencia se propone impulsar una educación solidaria –superadora de la tendencia
a orientar el comportamiento en función de intereses particulares a corto
plazo, o de la simple costumbre– que contribuya a una correcta percepción del
estado del mundo, genere actitudes y comportamientos responsables y prepare
para la toma de decisiones fundamentadas (Aikenhead, 1985) dirigidas al logro
de un desarrollo culturalmente plural y físicamente sostenible (Delors, 1996;
Cortina et al., 1998).
La educación
para un futuro sostenible habría de apoyarse, cabe pensar, en lo que puede
resultar razonable para la mayoría, sean sus planteamientos éticos más o menos
antropocéntricos o biocéntricos. Dicho con otras palabras: no conviene buscar
otra línea de demarcación que la que separa a quienes tienen o no una correcta
percepción de los problemas y una buena disposición para contribuir a la
necesaria toma de decisiones para su solución. Basta con ello para comprender
que, por ejemplo, una adecuada educación ambiental para el desarrollo
sostenible es incompatible con una publicidad agresiva que estimula un consumo
poco inteligente; es incompatible con explicaciones simplistas y maniqueas de
las dificultades como debidas siempre a “enemigos exteriores”; es incompatible,
en particular, con el impulso de la competitividad, entendida como contienda
2.
Educación
para la sostenibilidad para lograr algo contra otros que persiguen el mismo fin
y cuyo futuro, en el mejor de los casos, no es tenido en cuenta, lo cual
resulta claramente contradictorio con las características de un desarrollo
sostenible, que ha de ser necesariamente global y abarcar la totalidad de
nuestro pequeño planeta.
LA HISTORIA DE LAS COSAS
Documental
escrito por Annie Leonard y Jonah Sachs, dirigido por Louis Fox y producido por
Free Range Studios. Sus productores ejecutivos fueron la Tides Foundation y el
Funders Workgroup for Sustainable Production and Consumption. Se publicó en
diciembre de 2007. Los libros dicen que las cosas se mueven a
través de un sistema, el cual consiste desde la extracción, la producción, la
distribución, al consumo y a la disposición.
Este video es
reflexivo y nos da a conocer más que nada n el verdadero origen de los objetos
que utilizamos en la vida cotidiana. Esto nos da a conocer
la verdadera contaminación que sufre nuestro planeta día con día
a causa de la creación de muchas cosas. Y eso, es que día a día se van creando
nuevas cosas para el uso de la sociedad.
Es indispensable saber el origen de todo lo que consumimos, por que con eso se logrará hacer conciencia de aquello que consumimos, ver el video me hizo reflexionar , que realmente no necesitamos tenerlo todo, porque el querer todo para tenerlo todo, dañamos al mundo. Aquí he tomado conciencia para analizar verdaderamente el consumo a diario como ser humano.
En todos estos
procesos vemos la diversificación y la importancia que tiene cada uno en
el mundo que nos rodea. En este trabajo también se muestra el desarrollo
de cada uno de los procesos y los diferentes puntos de vista como lo son el
económico y el de mercado.
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